Chebolú es un restaurante argentino ubicado en la Av. Bonampak No. 115, en la Super Manzana 3, en el centro de Cancún. Y tiene una promoción bastante buena para comer una buena selección de cortes y embutidos por un precio que le sonreirá mucho a tu bolsillo.
Un sábado por la tarde estaba pasando el rato con los amigos de siempre y llegó la hora del almuerzo. No teníamos idea de a dónde ir a comer y entre las ideas surgió Chebolú, uno de los restaurantes argentinos que teníamos pendientes de visitar y del que nos llamó la atención una promoción que vimos en redes sociales.
Decidimos ir a probar los alimentos y aprovechar la promoción que tanto nos invadía en la publicidad: Todo lo que puedas comer, por $299 por persona, de martes a domingo.
Aunque cabe aclarar que Chebolú ha actualizado su promoción con la leyenda “todos los días”, así que podrás probarla cuando se te antoje.
El restaurante Chebolú
Este lugar está muy bien ubicado en la Av. Bonampak, esquina con C. 5 Pargo, en una zona bastante transitada que, si no estás atento, podrías pasar de largo. Tuvimos que manejar muy lento en las cercanías para no pasarnos.
Una vez que llegamos, vimos que podíamos estacionar nuestro coche en la C. 5 Pargo, pero preferimos entregarlo al valet parking.
Por dentro, Chebolú está bien iluminado con luz natural y ofrece una atmósfera bastante calmada, y eso que ese día estaba nublado. De inmediato los meseros nos dieron la bienvenida y nos ofrecieron elegir un lugar. Nos decidimos por una mesa cerca de la ventana, aunque más al fondo hay un área un poco más acogedora.
La decoración tiene cuadros de símbolos argentinos, incluidos varios de Maradona. Predomina el color azul, tal vez el mismo tono que la bandera argentina. También tiene nombres de diferentes lugares del sureño país escritos en las vigas del techo. Es como entrar a Argentina a través de un pequeño lugar en el centro de Cancún, acompañado por supuesto de los deliciosos olores provenientes de la cocina.
La comida de Chebolú
Después de ordenar algunas bebidas, llegó el momento de probar el plato principal y motivo de nuestra visita. Llegaron dos pequeñas parrillas humeantes, con variedad de cortes y embutidos, todavía haciendo ruido por la cocción, brillosas por los jugos que desprendían, haciendo que nuestro olfato recibiera la primera prueba de lo que nos esperaba para comer.
“¡Qué rico!”, dijimos todos cuando los meseros todavía no terminaban de acomodar las parrillas al centro de la mesa. Y como ya estábamos con el apetito bastante estimulado, tomamos nuestros cubiertos y comenzamos a elegir los cortes y embutidos que llevaríamos a nuestros platos.
La carne no venía 100 % cocida, lo que a mí me pareció perfecto porque puedes dejarla en la parrilla hasta que llegue al término de cocción que te guste.
En esa pequeña parrilla había de todo: arrachera, chistorra, lomo de cerdo, chorizo argentino, costilla, molleja de res, huevo frito en pimiento gratinado, sirloin y filete. Y todo llegó acompañado de chimichurri.
Corté un pedacito a cada uno para hacer la primera degustación. El sabor y la textura de cada cosa estuvieron muy bien. Además el término de la carne no superaba 3/4, lo que conservó su suavidad y sabor de los jugos que todavía burbujeaban y que a mí me encanta.
Y como la plática ya se había puesto interesante, pedimos jarras de sangría de la casa para acompañar tan deliciosa comida. También teníamos algunas naranjadas. Las bebidas tampoco están nada mal, excepto un detalle con otra bebida, pero de esa te cuento más adelante.
Pero estas parrillas no son todo lo que Chebolú ofrece. En su menú también puedes encontrar guarniciones, principalmente papas en varias preparaciones, así como espinacas a la crema. También hay disponibles otros tipos de cortes con diferentes precios y que no entran en la promoción.
También tiene pizzas, pastas, platillos con pescados y mariscos y postres. Y en la carta de bebidas tienen refrescos, jugos, cervezas y digestivos, entre otros. El menú lo tienen publicado en su página de Facebook. Revísalo con calma.
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Todo lo bueno de Chebolú
El motivo de mi visita a este restaurante argentino fue conocer la promoción que tanto me aparecía en las redes sociales y evaluar si merece la pena. Así que aquí te va todo lo positivo de ir a saciar tu hambre a Chebolú:
– La ubicación. En pleno centro de Cancún, sobre la Av. Bonampak, muy cerca del centro comercial Plaza Las Américas y de la entrada a la zona hotelera. Si vives, trabajas o estás de vistita por esta zona, no tendrás ninguna dificultad para llegar.
– La decoración. Conservando las debidas proporciones, entrar a Chebolú te sumerge desde el inicio al mundo de la cocina argentina y al país. Por su decoración te da una idea de que lo que vas a recibir ahí es como si lo disfrutaras estando en ese país.
– El servicio. Los meseros son amables. Entre quienes nos atendieron, uno de ellos tenía más experiencia y conocimiento que el otro pero en general el servicio cumple muy bien. No te olvides de gratificar al personal con una buena propina.
– La cantidad de alimentos y el sabor. Solamente probamos lo que estuvo incluido en la promoción. Y eso fue suficiente para las 5 personas que fuimos. Incluso sobró un poco en cada una de las dos parrillas. Una vez que pruebas, realmente no puedes dejar de comer porque el sabor, textura y calidad de los cortes y embutidos superan el precio que se paga.
Lo que nadie te dice de Chebolú
Este lugar también tiene algunas áreas de oportunidad en cuanto a la experiencia que en general se vive cuando lo visitas. Te cuento lo que a mi parecer hace falta detallar:
– Extracción de humo. Aunque ya dije que los olores que emanan de la cocina estimulan mucho el olfato, también hace falta que la ventilación sea eficiente. No solo los agradables olores invaden el área de mesas, sino que también el humo de la parrilla en la que preparan los alimentos, haciendo un poco incómoda la experiencia.
Y si tomas en cuenta que el tiempo de espera entre que ordenas y te lo sirven en la mesa es un poco más que en el promedio, respirar todo eso durante todo lo que dure tu estancia es realmente incómodo.
– Al carajillo le faltó sabor. Cuando salgo a comer con mis amigos es ya una costumbre pedir un carajillo después de haber disfrutado de nuestros alimentos. Sin ánimo de parecer expertos catadores ni finísimos cocteleros, sabemos y conocemos muy bien el sabor del Licor 43, que es con el que se prepara esta bebida. Y también la variación en el sabor del carajillo dependiendo del café con el que se prepare.
A nuestros carajillos les faltaba más presencia del licor. En cuanto lo probamos casi todos al mismo tiempo, tres de nosotros expresamos “casi no sabe”. Además entre nosotros está Kefren, un chef que es el más conocedor de todo este mundo de los alimentos y las bebidas, y fue quien le informó al mesero que el carajillo no estaba bien preparado.
Se llevaron su vaso y le pusieron más Licor 43. Kefren volvió a probar su bebida ya corregida y esta vez le salió una sonrisa del rostro. Cuando solicitamos que corrigieran los carajillos de los demás, el mesero llamó al gerente del lugar, quien nos aseguro que todo estaba preparado tal como lo dicta la receta del cóctel y que no era posible corregir las bebidas de los demás.
No tengo idea de si el Licor 43 que tenían en Chebolú en ese momento era original o de dudosa procedencia, algo que tristemente es muy común en Cancún. Tampoco sé si el cantinero tuvo algún descuido al momento de prepararlos. De lo único que estoy cierto es de que ese carajillo quedó mucho a deber.
¿Vale la pena comer aquí?
Definitivamente sí. Chebolú no solamente tiene una de las mejores y más completas opciones para disfrutar de la comida argentina en Cancún a buen precio. El servicio de sus meseros es bueno y el sabor de los alimentos es delicioso.
Además está ubicado en una zona muy céntrica, de fácil acceso y cerca de todo.
En cuanto a alimentos, al menos los incluidos en la promoción, no existe ningún problema. Todo está excelente.
Sin embargo y con excepción de las bebidas que ordenamos al inicio y que estuvieron muy bien preparadas, desafortunadamente al carajillo le falta mucha presencia del licor que le da el sabor tan delicioso y característico. Tal vez haya que darle una segunda oportunidad.
Y tú ¿Ya visitaste Chebolú? Cuéntame en los comentarios.
¡Hasta la próxima!